jueves, 31 de marzo de 2011

El bounce

En alguna entrada anterior hemos utilizado el término bounce, sobre todo para hablar del golpe de bunker. Como veremos luego, este es su principal uso, pero no el único. Para terminar de entender qué es el bounce en realidad, en qué puede afectar esto a nuestro juego y tener un poco más de información para decidir qué wedges comprar, puede que esta entrada te ayude:





Vamos a empezar definiendo el bounce: la palabra bounce significa literalmente “bote” o “rebote”. En golf, el bounce, o ángulo de bounce, es el ángulo creado por la línea de la superficie (suelo) y la suela de cualquier hierro. Para conseguir que los palos de golf tengan bounce, el fabricante sitúa más bajo el borde posterior de la suela que el borde de la cara del palo, como puedes ver en la imagen.
Habitualmente, los palos con mayor ángulo de bounce son los wedges, en especial el sand wedge, específicamente diseñado para sacar la bola de los bunkers. Como norma general, el ángulo de bounce de un sand wedge suele ser de entre 12 y 15 grados.

¿Para qué sirve el bounce

El bounce evita que el palo se clave en el suelo, ya sea en la hierba o, especialmente, en la arena, y favorece que deslice o que haga un pequeño rebote. Para visualizar un poco mejor por qué se produce este efecto, puedes pensar en un yate. La proa de los yates, especialmente los que están diseñados para alcanzar velocidades muy altas,  tiene siempre un ángulo pronunciado en el mismo sentido que el bounce del palo de golf para ayudarse a deslizar o rebotar sobre el agua en vez de hundirse en la misma.


Exceptuando el lob wedge, del que luego hablaremos, los hierros más cortos suelen tener un ángulo de bounce más pronunciado. Esto se debe a que cuanto más corto es el  palo, más vertical es el ángulo de ataque en el golpe y más tendencia tienen, como consecuencia, a clavarse. Un hierro 3, por ejemplo, suele tener 0 grados de bounce, puesto que, dada su longitud, el ángulo de ataque suele ser muy plano y no tiene apenas tendencia a clavarse. Un hierro 4 suele tener 1 grado, un hierro 5 aproximadamente 3 grados; y así hasta el sand wedge que, como comentábamos antes, tiene entre 12 y 15 grados de bounce.

Vamos a centrarnos en el bounce de los wedges y vamos a ver en qué afecta al golpe y cómo elegir el wedge que tenga las características que necesitamos.

Como ya hemos comentado anteriormente, el bounce evita que el palo se clave en el suelo y favorece que deslice o rebote por encima del mismo y resulta lógico pensar que cuanto más pronunciado sea el ángulo, más pronunciado será su efecto.

Si utilizamos un wedge con bounce alto desde un rough denso, nos va a ayudar a que la hierba densa no nos pare el palo, sino que deslice, salga y nos ayude a pegar a la bola con más facilidad. Si por el contrario estamos en calle con una hierba muy cortita o en condiciones de superficie dura, o ambas a la vez, podemos tener problemas, ya que al rebotar el palo y con un loft alto (un borde muy pronunciado), puede provocar que peguemos limpio a la pelota (el temido filazo con los wedges que puede hacernos volarnos el green). Este es, precisamente, el motivo por el que el lob wedges, que tiene un loft muy alto (desde 58 hasta 64 grados) tiene típicamente un bounce muy bajo, para evitar que la combinación de un borde muy pronunciado y levantado del suelo y un ángulo de ataque muy vertical puedan hacer el golpe muy difícil y con mucha tendencia al  filazo.

En el bunker es esencial tener un bounce medio-alto. Un error muy común que cometen los aficionados es utilizar el wedge de 60 grados para el bunker, que tiene un bounce bajo y se clava en la arena, lo que les dificulta muchísimo la tarea de sacar la bola de la trampa. Si nuestro sand wedge tiene el bounce normal, debería ser más que suficiente para ayudarnos a ejecutar el golpe con más facilidad. Para ver cómo se utiliza el bounce en el bunker  puedes consultar el vídeo de esta entrada. Lo ideal es golpear la arena debajo de la bola con el borde posterior de la suela, no con el borde de la cara del palo.

Con toda esta explicación, a la hora de elegir el bounce de los wedges que vamos a comprar debemos tener en cuenta las siguientes variables:
  • Si juegas principalmente en verano, la hierba suele estar más cortita y el suelo más duro, no es muy recomendable que el bounce sea muy alto como explicamos antes.
  • Si el campo en el que juegas tiene tendencia a encharcarse, o tiene zonas que suelan embarrarse y el suelo húmedo y blando, puedes beneficiarte de wedges con un bounce más alto para que no se claven tanto como uno más bajo.
  • Si la arena de los bunkers de tu campo es blandita, abundante y suelta, el bounce alto te ayudará a deslizar mejor a través de ella y evitar que se clave. Por el contrario, si los bunkers de tu campo tienen poca arena o ésta suele apelmazarse o presentar un aspecto duro, los wedges con un bounce bajo evitarán que el palo rebote y que pegues la bola limpia.
  • En lo que respecta a tu swing, si habitualmente haces chuletas muy profundas, un wedge de bounce alto es tu elección, te ayudará a deslizar mejor y aprovechar mejor la inercia para transferirla al golpe. Si no haces chuleta, o muy poco profundas y sueles barrer la bola, un bounce alto puede darte problemas; un bounce bajo, por el contrario, te facilitará el golpe y optimizará el rendimiento de tu swing.

3 comentarios:

  1. Hola, aqui os dejo un interesante articulo sobre los wedges de golf. Saludos. http://www.todogolf.net/wedges-golf.php

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  3. Muchas gracias por la explicación. Ahora entiendo porque algunos wedges que me daban a probar no me gustaban nada. Estaba practicando en un terreno muy seco y su bounce era bastante elevado, sentía que el palo rebotaba y no tenía control con los approaches cortos. Eso sí, para un golpe completo saco chuleta me pongan el bounce que me pongan.

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