martes, 12 de abril de 2011

La evolución del swing de Tiger Woods (III)


En estas llegó a parar a manos de Hank Haney, que había sido durante muchísimos años el entrenador de su íntimo amigo Mark O’Meara. Haney hace especial hincapié en su enseñanza en el plano del swing. Tiger creyó que mejorando el plano en la subida tendría un acceso más sencillo y directo a la bola y podría dar rienda suelta a sus caderas sin preocuparse del control sobre la bola. Aquí vamos un poco a ver los cambios realizados:






Con Hank Haney, Tiger debilitó su grip hasta convertirlo en débil. Esto favorece que las manos se arqueen en el tope del backswing.






Aquí se ve que la progresión de las cosas en las que trabajaba con Butch Harmon que le llevaron a tener una posición laid-off, con el palo apuntando a la izquierda.




Las caderas están aún menos abiertas en el impacto que con Harmon. Esto va a provocar la foto a continuación.



Las manos y los antebrazos hacen un movimiento violento de rotación a través del impacto para cuadrar la cara del palo.


Los cambios efectuados durante la etapa con Haney son, fundamentalemente: 

Seguir trabajando en evitar que el palo se cruzase en la subida, camino emprendido por Harmon, y que resultó a la postre en una posición laid-off, es decir con el palo apuntando a la izquierda del objetivo. Mantener el palo más enfrente aún de su cuerpo en la subida, con un take away por encima del plano del palo en el stance, lo que hacía que la subida fuera más plana y un debilitamiento del grip: llegó a tener el palo apoyado en la almohadilla de la mano izquierda, casi como para patear, lo que hacía que para cuadrar la cara del palo arriba tuviera que arquear la muñeca izquierda. En resumen, un swing más por fuera y más plano.

A pesar de que este nuevo swing despertó toda clase de críticas, a Haney por promoverlo y Tiger por dejarse, una vez completados los cambios Tiger pasó por un periodo en el que ganó el 40% de los campeonatos en los que compitió hasta la irrupción de su escádalo a finales de 2009. El propio Tiger afirmaba que nunca antes había controlado los hierros como lo hizo en esa época, altura, dirección y distancia parecían ser casi perfectas. Sin embargo nunca llegó a funcionar con el driver. Tiger cayó en todas las estadísticas en lo que a juego desde el tee se refiere, pegaba más corto y menos recto; el rough de la derecha de las calles se hizo su compañero inseparable de viaje y, una vez más, este swing pareció no resultarle suficiente.

En medio de todo esto surgió todo el escándalo que terminó con su retirada temporal de la competición y con su divorcio. Es difícil juzgar lo que ha pasado a partir de ahí porque es difícil medir la influencia que los aspectos mentales y todo los líos en su vida personal han tenido en su rendimiento. Haney rompió con Tiger y, después de un periodo de intentar trabajar solo con la ayuda del análisis de vídeo, decidió ponerse en manos de uno de los profesores de moda en el circuito, Sean Foley, una mezcla de profesor de golf, filósofo de guardia y dj de rap, así como suena, sin duda un personaje peculiar. Foley es entrenador de alguno de los amigos que Tiger mantiene en el circuito como Sean O’Hair o Hunter Mahan así como de Stephen Ames (con quien saltó al estrellato) y Jamie Lovemark. Sus jugadores han obtenido mayoritariamente buenos resultados y, dada la amistad de Tiger con algunos de ellos, parecía un movimiento  más o menos lógico.

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