¿Qué es la Tush Line?

La semana pasada cuando hicimos la serie sobre la evolución de Tiger Woods terminamos en la última entrega hablando de los elementos permanentes en su swing a lo largo de toda su carrera. Elementos motores que permiten que, independientemente de los cambios que haga, su movimiento siempre sea eficiente, potente y preciso. Los dos elementos que señalamos, si os acordáis, eran el movimiento de compresión y la tush line. Hoy vamos a ocuparnos de este último elemento que, como ya comentamos, no sólo está presente en el genio californiano, sino en la práctica totalidad de los buenos jugadores: 

Tush significa en inglés literalmente culo, trasero o pandero. Si algunos de los mejores profesores del mundo utilizan esta terminología, tampoco nosotros vamos a ser mucho más finos.

Es comprobable, se ve en el vídeo que utilizamos y vamos a aportar más ejemplos, que la inmensa mayoría de buenos jugadores mantienen la posición del trasero a lo largo de todo el swing. Si dibujamos una línea vertical que pase por la parte baja de la espalda, los buenos pegadores no pierden el contacto con esta línea en ningún momento.

 Tiger Woods

 Ben Hogan

 Martin Kaymer 

Matteo Manassero

 

Rory McIlroy 

 

Sergio García

 

La inmensa mayoría de aficionados hace exactamente lo contrario, cuando comienzan la bajada pierden la posición y se echan hacia la bola, es un movimiento instintivo que si no se corrige hace muy difícil alcanzar un buen nivel de juego. La buena noticia es que corregirlo es relativamente sencillo.

Analicemos primero por qué este movimiento instintivo hacia la bola en la bajada es problemático. Vamos a empezar con un experimento sencillo: Toma la posición habitual ante la bola y cuando lo hayas hecho desplaza lentamente el peso hacia las punteras de tus pies echando tu cabeza hacia la bola. ¿Qué pasa? Pasa que, de pronto, la cabeza del palo se ha desplazado y se ha alejado de la bola hacia delante. Por tanto es imposible que golpeemos la bola desde esa posición con el mismo ángulo de la varilla, simplemente la cabeza del palo no pasa por la bola. ¿Qué podemos hacer para que el palo vuelva a pasar por la bola? Tenemos que arquear las muñecas hacia abajo para hacer el ángulo de la varilla más vertical y además, como en la nueva posición la varilla es más larga hacia arriba, erguir el cuerpo para que quepa bajo nuestras manos. Al colocar la varilla más vertical, el talón de la cabeza del palo se levanta del suelo y lo único que mantiene contacto con el suelo es la punta.

Por supuesto, cuando nuestro peso se mueve hacia las punteras, el palo también se mueve hacia delante y además de un ángulo de ataque muy vertical, la línea resultante va a ser de fuera hacia dentro con mucha maniobra de manos a través de la bola. 

 

Si te ocurre esto durante el swing, puedes ver como la chuleta con tus hierros es habitualmente muy estrecha, no es tan ancha como la base del palo del talón a la punta. Desde esta posición lo más probable es pegar a la bola abierta y no muy sólida.

Para solucionar esto y mantener la postura durante el swing el movimiento que queremos en el inicio de la bajada es que nuestro peso y nuestras caderas se muevan 45º a la izquierda del objetivo, en dirección a nuestro talón izquierdo (para diestros). De esta forma nuestro cuerpo mantiene la posición y se va retirando del camino para que el palo pueda pasar y completar el arco saliendo hacia la izquierda después del impacto, sin colisionar con el cuerpo, lo que forzaría la posición vertical de la varilla que antes comentamos. La idea es evitar que en la bajada el peso se desplace hacia las punteras, que antes vimos como podía complicar el impacto.

El movimiento del peso y la dirección del cuerpo no es solo hacia el objetivo, ni solo hacia atrás en dirección hacia nuestro trasero, sino entre esas dos líneas en diagonal 45º hacia el talón izquierdo.

Un buen ejercicio consiste en colocar una varilla rota, un stick o un paraguas clavado en el suelo a unos 20 cm del bolsillo trasero izquierdo del pantalón en el exterior del cuerpo, en diagonal con el objetivo e intentar hacer swings buscando en la bajada el contacto de la cadera izquierda con ese objeto. La sensación es que en la bajada el peso se desplaza diagonalmente hacia el talón izquierdo retirando el cuerpo del camino.

Todo esto va a favorecer un ángulo de ataque más plano, que le palo se aproxime más por el interior para promover una bola más sólida y al draw y que el palo tenga una salida más sencilla hacia la izquierda rodeando el cuerpo.