martes, 26 de abril de 2011

Cómo buscar profesor de golf... y no morir en el intento


Siempre que he tenido la oportunidad de aconsejar a un jugador aficionado sobre su juego, cuando se han acercado a mí en un campo de prácticas o cuando he trabajado en el sector de material deportivo y haciendo fitting de palos a medida o jugando en el campo, siempre he hecho la misma recomendación: para mejorar el nivel y convertirse en un mejor jugador si es lo que se desea, hay que dar clases. No hay otro camino, se necesita un buen par de ojos que observen desde fuera en nuestro juego aquello que nos impida avanzar al siguiente nivel, rebajar unos golpes a nuestra tarjeta de forma regular, divertirnos más con golpes de mayor calidad y sentirnos más satisfechos.

La pregunta ahora es cómo podemos localizar a un profesor que efectivamente nos ayude, que nos ofrezca un servicio profesional y que merezca una retribución consecuente. Puede que en este post encuentres algunas guías que te ayuden con la tarea:

Esto debe quedar claro: no necesitamos un jugador estupendo, necesitamos alguien que sea capaz de enseñarnos y ayudarnos a mejorar a nosotros, para esto es vital la competencia comunicativa, debe manejar conceptos teóricos, principios abstractos y debe ser capaz de transmitirlos, explicarlos y hacernos percibirlos. En resumen, nuestro instructor de golf debe ser un comunicador.

Dicho lo anterior, es de importancia superlativa su actitud, en general y hacia nosotros. No son aceptables las maneras chulescas o el pasotismo. La hora de clase debe ser de dedicación sagrada, el móvil debe estar prohibido, para profesor y alumno. Ni que decir tiene que la puntualidad es un aspecto fundamental. Las posiciones de enseñanza están claras: frontal, la línea del objetivo, la línea del cuerpo y la espalda. Esto significa que estar en algún punto del planeta Tierra apoyado sobre un palo o con los brazos cruzados no es ninguna posición propia de una clase de golf, desde ahí es difícil que puedan diagnosticar qué debemos mejorar.

En este punto es, además, importante saber si tenemos afinidad personal con la persona que tenemos enfrente: hay personalidades distintas y puede no ser culpa de nadie que no disfrutemos uno de la compañía del otro pero estas condiciones no son las mejores para recibir ayuda para nuestro juego.

Aunque no necesitamos que nuestro profesor sea un jugador de golf excelente si debe tener los recursos básicos para poder demostrar lo que intenta explicar. Ver demostraciones es esencial para nosotros, la estimulación visual es mucho más importante que la oral. Una imagen vale más que mil palabras. Además, sería conveniente que mantuviese de alguna manera el ritmo competitivo, en el nivel que sea, aunque sea en competiciones menores, pero que tenga la sensación de la presión de un torneo y no se olvide de lo que se siente y compruebe si lo que enseña funciona cuando de verdad vas a necesitarlo. Si vamos a confiarle la enseñanza de niños, es preferible que tenga un buen swing, para los niños es complicado entender explicaciones verbales, pero sus ojos son como cámaras fotográficas y repiten todo lo que ven, de modo que mejor que lo que vean sea positivo. La máxima en golf suele ser la contraria que  la de la Iglesia: haz lo que hagan, no lo que digan.


Tampoco son deseables los vendedores ambulantes y los peseteros. Los que pretenden “colocarte” material que ni siquiera es adecuado para ti para sacarte el dinero (últimamente es muy habitual) pueden hacer mucho daño a tu juego y a tu confianza con tal de aliviar su stock y garantizarse un sobresueldo. Mi consejo es que si te topas con ellos corras en la dirección contraria. Saber qué tipo de palos es el apropiado para cada jugador es un trabajo en sí mismo, que requiere conocimientos y las herramientas de análisis adecuadas.  

Estamos en el siglo XXI, si un profesor de golf no utiliza la tecnología, o no sabe hacerlo o no te presta la suficiente atención y no te valora como cliente, en ambos casos no merece ni tu tiempo ni tu dinero. Lo que se puede ver a cámara lenta con una cámara que grabe nuestro swing y un programa para analizarlo no se ve con el ojo desnudo. No es tan difícil ni tan caro, de verdad. Hay software de análisis de swing gratis en internet, no hay excusa.



Un profesor de golf tiene que estar actualizado, de vez en cuando gente seria que trabaja investigando cosas sobre golf descubre algo y hace avances. Si un profesional de la enseñanza de golf lleva sin actualizarse 20 años es como un profesor de historia que enseñe a tus hijos que lo que está al este de Alemania es la URSS. Antiguamente se enseñaba con el ojo desnudo, transmitiendo sensaciones descritas por buenos jugadores, el problema es que la tecnología demuestra que hay una enorme diferencia entre las sensaciones de los buenos jugadores y lo que está realmente pasando en el movimiento de golf.  Avances como el Trackman ha revolucionado lo que sabíamos de las leyes de vuelo de la bola, quien no está actualizado en esto, por ejemplo, no entiende el swing de golf. En caso de que el profesor en cuestión no esté actualizado, el valor de toda la experiencia acumulada que tenga tras años en un campo de prácticas se habrá desvanecido.



No debemos olvidar que lo barato suele salir caro. Si el precio de una clase no es digno de lo que cobraría un profesional es muy probable que el servicio que vayan a prestarnos tampoco esté a la altura. Las clases baratas y bajo cuerda, sin permiso de las instalaciones donde se ofrecen, los bonos de clases cuyo precio por hora resulta irrisorio suelen esconder malos profesores o personas que no están interesadas en nuestro golf sino en nuestra cartera y que saben que no tienen ninguna posibilidad en el mercado sino es a través de la competencia desleal. En este caso, estaremos gastando una cantidad, por pequeña que sea, estaremos perdiendo el tiempo y no estaremos aprendiendo nada, puede que incluso estén dañando nuestras posibilidades de mejorar.

Es deseable que el profesional en cuestión tenga algún tipo de formación aparte del golf. Esta es una labor compleja y muy distinta de la de jugar, que no solo está al alcance de una persona con formación académica, pero puede ser un buen comienzo. Además, si vamos a poner niños en sus manos, el profesor de golf debe ser un educador más y debe saber comportarse como tal.

Un aspecto aseado y ordenado suelen ser la carta de presentación de personas serias y disciplinadas, justo el tipo de persona que necesitas para que se comprometa a intentar ayudarte.

Por último, pero no menos importante, déjate aconsejar por los resultados: pregunta a golfistas de tu nivel que están mejorando quién les está ayudando, pregunta a jugadores expertos en quién confían para aconsejarles. Si comienzas a escuchar un nombre con frecuencia, puedes estar en la pista. Por el contrario, si un profesor tiene todas sus horas libres y apenas imparte clases individuales es, como poco, dudoso que la calidad de su enseñanza vaya a satisfacernos.

Una vez que tengas algún nombre, puedes concertar una cita con él o con ella (no temas dar clases con mujeres, ya que con frecuencia son más comunicativas y más comprensibles), mantén una charla de golf, debe interesarse por tus pretensiones, escucha su diagnóstico y qué plan de trabajo te propone, qué método utiliza, etc. Si congeniáis y su perfil personal y profesional te satisfacen, puedes estar ante la persona que te ayude a llevar tu golf a donde tu quieres.

No olvides, eso sí, que en una disciplina tan compleja como el golf nada ni nadie garantizan el éxito inmediato, sé paciente, tu desarrollo va a depender de tu tiempo disponible para practicar, tus habilidades y otros muchas factores que no tienen que depender forzosamente de tu profesor.

5 comentarios:

  1. Más claro agua Dani.... he conocido a muchos de los que describes en "negativo", y por desgracia muy pocos en Sevilla con las características que describes.

    Fdo.: Carlos Pastor.

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  2. Me parece correcto casi todo lo que dices, pero en el precio de las clases es dificil que tu puedas poner un precio alto, eso va en función del campo y de los socios que tenga el campo.

    Yo por ejemplo trabajo en un campo municipal y el precio de las clases lo pone el campo no yo.

    La hora de clase en mi campo es de 30 euros la hora y por eso no voy a ser malo!!!!!!

    Saludos

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  3. Lo entiendo perfectamente, pero con ese precio no te mueves en los parámetros de competencia desleal a nadie, macho. 30 euros la hora es un precio muy digno. Además estás hablando de una instalación municipal que trabajan en acercar el golf a todos y por tanto supone un esfuerzo de todos. Yo me refería a profesores que andan cobrando precios que suponen indudablemente competencia desleal y bajo cuerda y tal.
    Un saludo y gracias por participar, espero que te guste el blog.

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  4. Si señor, esto es una buena descripción de lo que es un gran profesor. Ojalá todo el mundo lo tuviera tan claro.
    Por cierto, me parece muy interesante este blog, sigue asi.

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  5. Hola! Si van a viajar a la Riviera Maya y son amantes del golf, les recomiendo esta página wwww.teetimes-rivieramaya.com Ahí encontré información, descripción y fotos de todos los campos de golf de Playa del Carmen y Cancún. Lo mejor es que se puede hacer la reserva a través de la página wwww.teetimes-rivieramaya.com y abonar directamente en el campo. Otro dato, reservando en esa página le incluyen la transportación ida y vuelta del hotel al campo ;)

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